Seguridad vial: la silla infantil es fundamental

La inseguridad vial mata a más personas cada año en todo el mundo que enfermedades como la tuberculosis.

Son 1,4 millones de vidas perdidas en accidentes de tránsito, siempre evitables. Es decir, más de 3.800 por día. De ellas, 500 corresponden a personas menores de 19 años, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Por eso, los organismos internacionales que trabajan en la prevención recomiendan múltiples estrategias que ponen, sobre todo, el foco en los cinco factores de riesgo principales: la conducción bajo los efectos del alcohol y otras sustancias; el exceso de velocidad; la falta de uso del casco; la no utilización de los cinturones de seguridad y la ausencia de los sistemas de retención para niños (SRI). Estos últimos, afirma la OMS, disminuyen el riesgo de muerte en un accidente en un 70 por ciento en el caso de bebés, y hasta el 80 por ciento en el de los niños. El organismo señala, además, que las leyes sobre su uso obligatorio y su aplicación son eficaces para aumentar su instalación en los automóviles.

Cuestión de ley

La Ley Nacional de Tránsito regula normas que considera esenciales para aplicar en todo el país. Pero por ser Argentina un país federal, cada provincia (que a su vez tiene su propia reglamentación) puede o no adherir a las distintas pautas.

En enero, la ley se actualizó y estableció, entre otras cosas, la obligatoriedad del uso del SRI homologado en menores de 10 años, en función de su peso y tamaño. Sin embargo, Córdoba no acompañó la norma.

Por otro lado, a pesar de que la ley nacional prohíbe el traslado de niños en los asientos delanteros, en la provincia sí se permite, con la condición de que lo hagan en SRI.

Las investigaciones realizadas sobre condiciones de seguridad en vehículos confirman en cambio la ventaja de restringirlo.

El documento Análisis de la situación de América Latina y el Caribe que firmaron el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Fundación Mapfre y la Fundación Gonzalo Rodríguez, indica que “los niños que usan los SRI tienen un 15 por ciento menos de riesgo de resultar heridos, al estar sentados en la parte trasera del vehículo”, que los que viajan adelante. Y que aquellos que no los utilizan tienen un 25 por ciento menos de riesgo de sufrir heridas, si se sientan atrás.

Prevenir lesiones

El informe Calles para la Vida: Trayectos seguros y saludables para los niños de América Latina y el Caribe (publicado conjuntamente por Unicef, Save the Children, la Fundación Gonzalo Rodríguez y la Fundación FIA) revela que “las lesiones causadas por el tránsito son la mayor carga sobre la salud de los niños de la región: la principal causa de muerte para niños de entre cinco y 14 años”, y la segunda en mayores de 15 años.

Numerosas investigaciones coinciden en que los SRI son de los más efectivos aliados para la reducción de la mortalidad y la lesión infantil en siniestros viales.

Según la descripción, estos sistemas tienen la finalidad de “mantener al niño firmemente asegurado en su asiento para que en caso de una frenada inesperada o una colisión, no sea empujado contra el interior del vehículo o expulsado”.

“El sistema debe absorber la energía creada por el movimiento del niño durante el impacto sin causarle daños y debe ser fácil de usar”, indica el análisis del BID.

Allí también se informa que los SRI reducen las lesiones entre un 90 por ciento y un 95 por ciento cuando las sillas (siempre colocadas en el asiento trasero) están orientadas hacia atrás y en un 60 por ciento cuando miran hacia adelante.

Puntualmente, un niño de hasta cuatro años tiene entre un 50 por ciento y un 80 por ciento menos de riesgo de sufrir heridas si va en sillas especiales; mientras que si utiliza sólo el cinturón de seguridad (recomendado para alturas de más de 150 centímetros ya que, si no, puede causar lesiones abdominales y no son óptimos para prevenir la expulsión y las heridas), un 32 por ciento.

Para los de 5 a 9 años, los SRI reducen las posibilidades en un 52 por ciento, contra el 19 por ciento alcanzado por el uso del cinturón de seguridad.

Prestar atención a las recomendaciones de uso

Es fundamental comprar un sistema de retención infantil (SRI) homologado y chequear, en la etiqueta que indica sus características, que sea el apropiado para el peso y la edad del niño. También es clave que estén bien colocados para evitar desplazamientos. Por eso, desde enero de 2016, en Argentina los anclajes fijos (Isofix y Latch) son obligatorios para todos los nuevos modelos de autos.

Otro dato: hay que descartar estas sillas de seguridad luego de una colisión o caída fuerte porque, luego del impacto, dejan de ser efectivas.

Los llamados booster (asientos elevadores) sin respaldo fueron diseñados para niños de 22 kg hasta 36 kg de peso. Pero los fabricantes ahora producen otros con respaldo que cubren el grupo completo de 15 kg a 36 kg.

Más información: Guía personalizada y en español de Asientos de Seguridad www.safekids.org/ultimate-car-seat-guide/es/

Los abrazos no son suficientes

Alejandro Furas, Secretario General de la organización especializada en seguridad vehicular Latin NCAP, lamenta que transportar un niño en el regazo sea habitual en América latina. Advierte que el peso de un chico de 10 Kg, a 30 Km/hora, se multiplica hasta los 167 Kg; y, a 60 Km/h, a 335 kilos, por lo cual es imposible retenerlo frente a un choque o frenada brusca.

 

 

Fuente: http://www.lavoz.com.ar/salud/seguridad-vial-la-silla-infantil-es-fundamental

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