Una escalera, un enchufe, un mate, un juguete, un producto de limpieza. En todos los espacios del hogar hay elementos inofensivos que pueden resultar muy dañinos para los bebés si no se toman precauciones.
Los accidentes domésticos son más frecuentes y riesgosos de lo pensado: quemaduras, ahogos, intoxicaciones, golpes, electrocuciones ocurren en cuestión de segundos mientras el bebé juega y experimenta.
Por eso es necesario tomar las medidas necesarias para que los niños crezcan en un ambiente saludable y seguro.
María Eugenia Gordillo, jefa del Servicio de Emergencias del Hospital de Niños Santísima Trinidad, afirma que “la principal causa de los accidentes en el hogar es la poca información que los padres y cuidadores tienen: porqué se producen, cuáles son sus consecuencias y cómo prevenirlos”.
“Existe la sensación errónea de que son ‘inevitables’ y que cuando ocurren son hechos fortuitos sobre los que no tenemos responsabilidad alguna. La realidad es muy distinta, sí se pueden evitar, existen medidas preventivas para cada tipo de accidente,
pero hay dos reglas generales: el niño no debe tener acceso a la fuente del peligro y la supervisión de un adulto nunca debe faltar”, indica.
Gordillo afirma que existe una relación directa entre la edad del niño y el tipo de accidente al que está expuesto. En general, los accidentes en el hogar involucran a menores de 5 años, que permanecen la mayor parte de su tiempo allí.
“La causa más frecuente de ingreso al hospital, pero no siempre la más grave, son los traumatismos producidos por caídas de diferentes alturas y circunstancias, o aplastamientos: caerse de una silla, de un banco, de la escalera, resbalarse en el piso mojado, trepar y ser aplastados por elementos o electrodomésticos no amurados correctamente”, detalla.
Las intoxicaciones ocasionadas por la ingestión de medicamentos, productos de limpieza y cosméticos son frecuentes, pero habitualmente solucionadas si se acude rápido a la consulta y se realiza diagnóstico y tratamiento adecuado. Dentro del área de Toxicología del Hospital del Niños también se atienden casos de accidentes producidos por alacranes y arañas, frecuentes en esta época del año.
Quemaduras
Por su parte, las quemaduras ocupan un lugar importante por su frecuencia y, sobre todo, por la gravedad de las lesiones que producen. Al respecto, Andrés Garramone, especialista en cirugía plástica y reconstructiva e integrante del equipo de Cirugía Plástica y Quemados del Hospital de Niños, cuenta que entre el 70 y el 80 por ciento de las quemaduras con las que ingresan los niños se deben a líquidos calientes.
“Si un niño se quema antes del año, constituye un hecho de negligencia de los padres, ya que el bebé aún no puede movilizarse por sus propios medios. Entre el primer y el tercer año, cuando están en la etapa exploratoria y comienzan a movilizarse, los padres no deben quitarle los ojos de encima, y menos aún pasados los 3 años, cuando ingresan a la etapa más traviesa y juegan con elementos que no deberían manipular, como el fuego.
La piel de un niño no es igual a la de un mayor: algo que a nosotros no nos afecta a ellos puede ocasionarles una quemadura superficial o intermedia. Los niños son pacientes críticos porque su medio interno se descompensa muy rápidamente y esto está relacionado con el espesor de la epidermis”, explica.
Los accidentes por ingesta o aspiración de cuerpos extraños (monedas, alfileres, semillas, pequeñas partes de juguetes, etcétera) son poco frecuentes, pero su importancia radica en que el niño debe ser sometido a procedimientos invasivos como la endoscopia para su extracción.
Respecto de las lesiones relacionados con la electricidad, Gordillo explica que en su mayoría son solucionados, pero requieren de una estancia importante del niño para diagnóstico de lesiones internas.
Los accidentes por inmersión en piletas, baldes, bañeras o estanques son los más temibles, ya que en la mayoría de los casos los niños ni siquiera llegan al hospital debido a que la mortalidad en el lugar del accidente es muy alta. Los que llegan, presentan grave compromiso de sus funciones vitales. Es por eso que se busca extender el conocimiento de maniobras de resucitación cardiopulmonar.
Baño
–Antes de comenzar el baño, tener cerca todos los elementos de higiene, verificar la temperatura del agua con el codo o el dorso de la mano y quitar todos los juguetes pequeños o desarmables.
–Durante el baño, no dejar al bebé solo en ningún momento o a cargo de otro menor. De más grandes, siempre es mejor dejar la puerta entornada y a cualquier edad hay que impedir que pongan llave.
–No realizar ninguna otra acción (como atender el teléfono) antes de sacar al bebé del agua.
–Vaciar la bañera por completo luego del uso. Secar correctamente el piso.
–La tapa del inodoro debe estar siempre baja, la ducha tener piso antideslizante y contar con barrales para sujetarse.
–No dejar aparatos electrónicos al alcance de los niños.
Dormitorio
–No utilizar la cama matrimonial como cambiador ni dejarlos allí solos.
–Las cunas deben tener una base estable, contar con barrotes separados como máximo por 6 cm, con una baranda de 60 cm sobre el colchón, sin puntas o aristas filosas.
–No dejar juguetes colgantes ni bolsas, láminas o juguetes pequeños sobre el colchón.
–Las cuchetas deben poseer barandas y hay que enseñarles a los niños a subir y bajar. No colocar las camas debajo de ventanas.
–Los repelentes de mosquitos deben ser utilizados antes de dormir y nunca olvidarse de ventilar bien el dormitorio.
Living comedor
–Diferenciar los desniveles en caso de que existan y si se usan alfombras, deben estar bien adheridas al piso.
–Los artefactos eléctricos deben estar protegidos o en lugares inalcanzables. Los hogares a leña y gas natural o envasado poseer un protector antichispa y en el caso de los primeros asegurar la correcta salida de gases al exterior.
–Evitar vitrinas sin llave, mesas ratonas con cristal, muebles con aristas puntudas o filosas, cajones bajos, sillones hamaca.
–No dejar a mano adornos, control remoto, carteras y bolsos.
Cocina
–No dejar sobre las mesadas elementos que puedan ser vistos desde abajo. Alejar sillas y bancos para evitar que trepen.
–Dejar en lugares inaccesibles los elementos de limpieza, sustancias tóxicas, medicamentos, utensilios cortantes y de vidrio.
–Cocinar siempre en las hornallas traseras, cerrar la llave de gas cuando no se esté utilizando y esconder fósforos o encendedores.
–Colocar protección contra descargas eléctricas, pero igualmente alejar a los niños de los electrodomésticos de peligro como multiprocesadora y cuchillo eléctrico.
Balcón y terraza
–Estos no deben ser lugar de juego para los niños y en ningún momento podrán permanecer solos allí.
–Colocar protección metálica hasta el techo o 1.70 m como mínimo. Las barandas deben estar controladas y no tener separaciones que permitan que el niño pase de la cabeza, brazos o piernas del niño.
Patio y jardín
–No dejar baldes, palanganas o piletitas con agua.
–No colocar plantas tóxicas o venenosas, tampoco aquellas que tengan frutos pequeños o puntas filosas.
–Podarlas y controlarlas para que la altura de las ramas supere a la de un adulto. Las macetas no deben ser alcanzadas por los niños.
–Secar siempre el piso, evitar baldosas rotas, tapar correctamente.
Ascensor
–No es un lugar para que los niños jueguen.
–Colocar barrotes próximos o utilizar un sistema de red paralelo, enseñar la correcta utilización del pasamanos, controlar que los bordes de los escalones estén sanos, evitar las escaleras caracol.
Escalera
–No es un lugar para que los niños jueguen.
–Colocar barrotes próximos o utilizar un sistema de red paralelo, enseñar la correcta utilización del pasamanos, controlar que los bordes de los escalones estén sanos, evitar las escaleras caracol.
Garaje
–Portón lubricado, bicicletas y motos con soporte, el auto con freno de mano y sin llaves.
–Controlar que no haya nadie cerca cuando se está por utilizar un vehículo, y al descender esperar que este frenado completamente.
Fuente: http://www.lavoz.com.ar/salud/bebe-en-casa-como-evitar-accidentes
