Semana Santa: tips para que la salud no juegue una mala pasada

Semana Santa: tips para que la salud no juegue una mala pasadaSe aproximan una serie de feriados que son casi unas mini vacaciones. Según el destino elegido para pasar estos días, hay una serie de cuidados que conviene conocer. Precauciones si se viaja con niños.

Este año, al receso por Semana Santa le siguen el feriado puente del 1 de abril y el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas. Con lo que, quienes quieran organizar una escapada contarán con la tentadora cantidad de seis días no laborales.

Por eso, para que el descanso no se convierta en un mal trago, siempre es bueno estar prevenido a la hora de evitar complicaciones en la salud del grupo familiar.

Todo lo que hay que tener en cuenta

Si el destino elegido es el norte del país, habrá que tener cuidado con el dengue. Es que en Paraguay, Brasil y Bolivia los infectados por el mosquito Aedes aegypti ya superan el millón de casos. Además de la presencia de casos en las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Jujuy.

De ahí que para aquellos que decidan visitar zonas donde se registra brote de dengue se recomienda el uso permanente de repelentes, insecticidas o ahuyentadores de mosquitos, usar ropa clara que cubra la piel y mosquiteros.

Y ante la presencia de síntomas como dolores de cabeza, musculares y detrás de los ojos, además de decaimiento general, el afectado debe consultar de inmediato al médico o al servicio de guardia del hospital público más cercano.

Por el contrario, quienes partan con rumbo al sur del país, donde las bajas temperaturas ya se hacen sentir, deberán procurar resguardarse del frío con el fin de evitar el contagio de lagripe.

Para quienes aún no hayan recibido la vacuna antigripal y pertenezcan a los llamados “grupos de riesgo” de la enfermedad (niños menores de dos años, mujeres embarazadas, personal de salud, mayores de 65 años y personas con enfermedades de base: respiratorias, renales, cardiovasculares, diabetes, inmunosuprimidos) la recomendación es que eviten el contacto con personas enfermas y extremen las medidas de precaución.

Ante una situación de primeros auxilios es necesario contar con: algodón, alcohol absorbente, desinfectante, jeringas con agujas descartables, gasa estéril, antiséptico, bandas adhesivas y termómetro.

Por lo que, más aún en caso de viajar con niños, un completo botiquín debería tener:

• Quemaduras solares: protector solar según el tipo de piel (mínimo FPS 15) y protector de labios, ungüento o cremas para quemaduras de sol.

• Picaduras de insectos: repelente para adultos y para niños, insecticidas (espiral, termo-evaporables) y crema para picaduras de mosquitos (para minimizar la picazón).

• Diarrea: antidiarreicos: bismuto, loperamida, sales de rehidratación oral, antibiótcos (según indicación médica).

• Enfermedad por altura o por movimiento, jet lag:Medicamentos para la prevención y/o tratamiento.

• Dolor, fiebre, vómitos, picazón, acidez, obstrucción nasal:analgésicos, antiespasmódicos, antihistamínicos, descongestivos, antipiréticos, antieméticos, antiácidos.

• Enfermedades habituales: Prescripción de los medicamentos que la familia o algún integrante se encontrara tomando al momento de viajar.

Si bien es cierto que con el inicio del otoño los rayos UV ya no impactan en la Tierra con la misma intensidad que en el verano, relajarse al punto de no usarprotector solar nunca es una opción. Así que quienes visiten destinos como el norte, la costa, o simplemente una estancia con pileta en Buenos Aires deberán tener los mismos cuidados de siempre.

El sol reseca mucho más la piel si nos exponemos indebidamente, es decir: sin protector solar, en excesiva cantidad de tiempo o en un horario no recomendado (el horario aconsejado es de 8 a 11 y de 16 a 18). Al momento de hidratar lo que importa es el vehículo (crema, gel, spray) del protector solar. Por ejemplo, si se trata de protectores en crema, hay algunos que actúan como hidratantes y reparadores, es decir, al aplicar el protector, también hidratamos.

Hay que tener en cuenta que, aún aplicando el protector, el sol provoca una acción de exfoliación, y se pierden agua y células. Es por eso que después de la exposición, se necesita hidratar. Y nunca olvidar la recomendación de “reponer” el protector cada dos horas o luego de meterse al agua.

Fuente: http://saludable.infobae.com/semana-santa-tips-para-que-la-salud-no-juegue-una-mala-pasada/

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