Por abuso, los antibióticos sirven menos

Automedicarse y consumirlos sin indicación médica pueden producir graves daños en la salud. Médicos explicaron a Infobae la alta peligrosidad de su uso innecesario.

La resistencia a los antimicrobianos es cada vez más grave y muchas infecciones ya no se pueden curar fácilmente, lo que ocasiona un tratamiento prolongado y caro, y un mayor riesgo de muerte, advirtió el año pasado la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Sin embargo, mucha gente parece hacer oídos sordos a los consejos médicos y, apenas tienen dolor de garganta o un simple resfrío, se automedican con antibióticos, cometiendo el mismo error con sus propios hijos. Pero, ¿cuáles son los daños que esto puede ocasionar en la salud?

Juan Carlos Sainz Gutiérrez, doctor en medicina y cirugía -especialista en alergología del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid (España), master en emergencias por la Universidad Complutense de Madrid y médico adjunto del servicio de urgencias del Hospital La Moraleja Sanitas Madrid- explicó a Infobae que todas las infecciones no necesitan tratamiento antibiótico: los resfriados, los catarros y las gripes son causados por un virus. Pueden producir fiebre elevada, especialmente en los niños, y no mejoran ni se evita su contagio con la administración de antibióticos.

“Cuando el médico le indique un antibiótico, debe seguir todas sus instrucciones en cuanto a la dosis que debe tomar y la duración del tratamiento. Respete las horas entre las dosis que le haya recomendado. Piense en el horario más adecuado para que sea más fácil cumplir el tratamiento. Así, si se lo prescriben cada 8 horas, comience a las 8 de la mañana, tome la siguiente dosis a las 16 y la última a las 0. Si el antibiótico recomendado sólo necesita una dosis al día, tómelo siempre a la misma hora”, recomendó el especialista, quien hizo hincapié en la importancia de cumplir el tratamiento aunque los síntomas hayan desaparecido.

La Organización Panamericana de la Salud Perú OPS/OMS advirtió que en los últimos años la automedicación, el uso indiscriminado y la prescripción irresponsable de medicamentos ha provocado que muchos gérmenes se hagan resistentes a los antibióticos, teniendo como resultado tratamientos ineficaces, caros y efectos indeseados en la salud de la población.

“Tomar antibióticos cuando no se necesitan hace que las bacterias se hagan resistentes a ellos, es decir, que cuando se adquiera una infección, el antibiótico ya no tendrá efecto y, por tanto, no se curará. El uso irresponsable de antibióticos puede aumentar el número y la gravedad de las infecciones, que pueden ser muy difíciles de tratar”, sostuvo Sainz Gutiérrez.

Así, un 1/3 de las cepas de Streptococo pneumoniae -responsable de la aparición de neumonías- son resistentes a penicilina, el 30% de las cepas de estafilococos son resistentes a oxiciclina y el 60% de las cepas invasivas de Escherichia Coli -bacteria responsable de muchas de las infecciones urinarias- son resistentes a la ampilicina.

El médico explicó también que las resistencias afectan a toda la población, ya que la bacteria se hace insensible al tratamiento de uno o varios antibióticos, independientemente de que el paciente infectado haya tomado en algún momento estos antibióticos. Por tanto, una utilización irresponsable hará que no se puedan beneficiar de ellos aquellos pacientes que los requieran. “En España, se ha detectado en niños menores de 14 años importantes resistencias a fluoroquinolonas, aunque este grupo de antibióticos no suele utilizarse para tratar las infecciones en este colectivo”, destacó.

La velocidad de aparición de resistencias es mayor que el descubrimiento de nuevos antibióticos, por lo que -según Sainz Gutiérrez- no es descabellado imaginar que pueda alcanzarse la situación en la que no se disponga de ningún antibiótico para el tratamiento de algunas infecciones bacterianas.

Infobae también entrevistó al doctor Guillermo Bordoli -médico clínico y especialista en Clínica Médica y Terapia Intensiva- quien indicó que el uso indiscriminado de antibióticos genera efectos sobre nuestra flora intestinal, que está compuesta por bacterias que se mantienen en equilibrio. “Al usar antibióticos generamos una presión de selección, haciendo que se rompa el “equilibrio endógeno”. Además, debido a que la eliminación de los mismos es por orina y materia fecal que se vuelca a la naturaleza, alteramos el equilibrio de nuestro ecosistema. Hacemos que las bacterias, al estar en contacto con un antibiótico en la naturaleza, generen resistencia a los mismos, que luego no van a ser efectivos cuando tengan una verdadera indicación. La industria farmacéutica continuamente se encuentra abocada a la búsqueda de nuevos antibióticos porque los viejos dejan de ser efectivos”, sostuvo el experto.

Bordoli afirmó que cuando se usan en forma indiscriminada una de las posibles consecuencias es la resistencia que se genera. “Ante una nueva infección o fracaso del antibiótico debe usarse uno más potente, con mayores efectos adversos o inclusive de forma intravenosa, porque el paciente los usó previamente sin una real indicación médica”, aseguró.

Otra cuestión que resulta preocupante es el abuso de antibióticos por consumo indirecto, es decir, cuando ingerimos alimentos de origen animal que han sido tratados con ellos de manera inadecuada. En tal sentido, Bordoli indicó que, en ocasiones, las formas de crianza de animales requieren el uso de antibióticos como forma preventiva para evitar infecciones. “Modifican la flora de los alimentos que vamos a consumir y favorecen el desarrollo de bacterias resistentes a los antibióticos comunes que se usan en el humano. Por eso, es muy importante la cocción adecuada de lo que ingerimos porque ello permite evitar dichas bacterias”, advirtió el experto.

Finalmente, entrevistada por Infobae, la doctora Viviana De Francia -pediatra del Hospital Privado de Niños, Fundación Hospitalaria (Argentina)- se refirió a los efectos que un antibiótico indicado por sus padres y no por un galeno puede producir en los más pequeños. “La automedicación siempre es mala, está indicada por alguien que no sabe lo que hace. En general, las infecciones de los niños son virales y requieren de consulta. El profesional debe indicar la medicación adecuada, salvo en ocasiones en que el chico tiene fiebre y los padres le dan un antitérmico, eso está bien. De todos modos, el pediatra es quien siempre debe indicar la medicación”, concluyó.

Fuente: http://saludable.infobae.com/por-abuso-los-antibioticos-sirven-menos/

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