Enfermedad inflamatoria intestinal: el diagnóstico temprano es clave

La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es un grupo de enfermedades que incluye la colitis ulcerosa, la enfermedad de Crohn y la colitis indeterminada. Son patologías poco frecuentes (afectan a una persona cada 2.000 habitantes) y de evolución crónica, que provocan un gran impacto en la calidad de vida del paciente, debido a los síntomas abdominales crónicos y las complicaciones que ocasionan cuando no son detectadas oportunamente o su tratamiento no es correcto.

A pesar de que estas enfermedades fueron descriptas hace casi un siglo, sus causas siguen siendo un enigma para la medicina. Lo que sí sabemos es que la EII es autoinmune y que reviste gravedad si no se la diagnostica a tiempo para su adecuado tratamiento.

En ese sentido, vale la pena informar que la EII se presenta en forma intermitente y con severidad variable. Los principales síntomas son el aumento en la frecuencia o urgencia evacua­toria, diarrea persistente, dolor abdominal, moco o sangrado en las heces, lesiones perianales, fiebre o vómitos. En niños y adolescentes puede existir retraso en el crecimiento. También, es posible que se presenten manifestaciones extraintestinales tales como la inflamación de las articulaciones, ojos, piel o hígado o trastornos renales.

Afecta por igual a hombres y mujeres y es más frecuente en adultos jóvenes (alrededor de los 30 años). Existe un segundo pico de frecuencia de esta enfermedad en la preadolescencia y adolescencia y, además, hay grupo de pacientes que puede manifestar sus primeros síntomas entre los 50 y 70 años. Hay estudios que han mostrado un incremento de la incidencia en la infancia.

El promedio de tiempo entre la aparición de los síntomas y el diagnóstico varía de entre seis meses a tres años. Esto es debido a que al compartir síntomas con otras patologías digestivas, muchas veces el diagnóstico es difícil para los profesionales que valoran inicialmente a los pacientes con sospecha de EII. En la actualidad, el tratamiento de la EII se basa en la combinación de diferentes medicamentos, entre los que se encuentran los antiinflamatorios intestinales, los corticosteroides, los inmunomoduladores y las terapias con fármacos biológicos.

La falta o el retraso en el tratamiento de la EII puede tener consecuencias diferentes de acuerdo con la edad del paciente. En la infancia, la principal consecuencia es el retraso en el crecimiento y desarrollo. Además, la presencia de diarrea crónica y dolor abdominal puede afectar la calidad de vida y desenvolvimiento social y escolar del niño. Por otro lado, en los pacientes adultos puede existir una importante pérdida de peso, anemia y osteoporosis, además de una importante alteración en la calidad de vida.

La enfermedad impacta notablemente tanto en el bienestar físico, como en el psicológico y social. Los pacientes con EII pueden presentar cambios en las relaciones sociales, roles familiares, ámbito laboral, estado emocional y en el bienestar personal general.

La cronicidad de la EII y las limitaciones que ocasiona en la vida diaria pueden ser factores muy estresantes. De hecho, se ha comprobado que los tratamientos psicológicos tienen un efecto positivo en el bienestar emocional, así como en la actividad y el curso de la enfermedad.

Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado ayudan a lograr una mejora en la calidad de vida, ya que permite aliviar y controlar los síntomas así como minimizar las complicaciones que pueden surgir. Posterior al diagnóstico, se recomienda el ­seguimiento por parte de un ­grupo interdisciplinario –gastroenterólogos, cirujanos, nutricionistas y psicólogos– para recibir el tratamiento adecuado de la enfermedad.

Segunda campaña de detección precoz

La Fundación Más Vida de Crohn & Colitis Ulcerosa organizó por segundo año la campaña de detección de Enfermedad Inflamatoria Intestinal. El año pasado se recibieron más de 650 llamados y 80 cordobeses accedieron a una consulta gratuita con un médico especialista. En la campaña de este año, finalizada recientemente, hubo 259 llamados y se otorgaron 110 turnos. Aproximadamente, la mitad de los pacientes recibieron la solicitud de estudios complementarios para el diagnóstico de Enfermedad Inflamatoria Intestinal.

(*)Domingo Balderramo es médico Cirujano (1999), egresado de la UNC. Es especialista en Gastroenterología (2005-2009), por el Hospital Clinic de Barcelona. ­Ministerio de Educación, España.

También es master en Investigación en Ciencias Clínicas (2011). Universidad de Barcelona y

Doctor en Medicina y Cirugía (2012). Universidad de Barcelona.

 

Fuente: http://www.lavoz.com.ar/salud/enfermedad-inflamatoria-intestinal-el-diagnostico-temprano-es-clave

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