Consejos para prevenir la “otitis de pileta”

Esta infección, que suele afectar a los más chiquitos cuando pasan mucho tiempo en el agua o no se secan bien los oídos cuenta entre sus síntomas al dolor, la hinchazón y la producción de pus. Este cuadro no suele acompañarse de fiebre.

La “otitis de pileta” u “otitis del nadador” es una de las infecciones más frecuente en los niños, y es causada por muchos tipos diferentes de bacterias y hongos.

Se localiza en el conducto auditivo externo, que es el “tubito” que lleva el sonido desde el exterior del cuerpo hasta el tímpano, y por lo general –salvo en el 10% de los casos- suele ser unilateral.

Habitualmente se desarrolla en verano cuando los chicos pasan más tiempo en la pileta, e inclusive en muchas ocasiones no se secan los oídos como deberían.

“Técnicamente lo que ocurre en la otitis de pileta es que la humedad del oído –que se produce al estar mucho tiempo en el agua- hace que la piel que recubre el interior del conducto auditivo se irrite y lastime. Es ahí cuando las bacterias y los hongos proliferan”, explicó el Dr. Fernando Burgos, jefe del Área Pediatría Ambulatoria del Hospital Universitario Austral (HUA).

“El principal síntoma que acompaña este cuadro –que no suele dar fiebre- es el dolor externo del oído, que puede estar precedido de picazón y que llega a ser muy intenso, sobre todo cuando se toca o se mueve el lóbulo o cualquier otra parte del pabellón auditivo externo”, agregó.

Por otro lado los chicos suelen referir que tienen “el oído lleno de agua”, sensación que se relaciona con la aparición de un líquido que al principio suele ser transparente, para luego adoptar un aspecto turbio y un color amarillento.

“Debido al pus, las impurezas y la inflamación puede ser que el paso normal del sonido se vea bloqueado, con lo cual la audición puede disminuir temporalmente”, consignó el Dr. Burgos.

Cuidados que ayudan a evitar el desarrollo de otitis:

– Después del baño secarse las orejas con suavidad utilizando una toalla

– También después del baño o de haber nadado en una pileta hay que facilitar la salida de agua inclinando la cabeza hacia ambos costados

– No utilizar hisopos de algodón

– No dejar que los niños se higienicen o sequen los oídos solos

– Utilizar tapones de silicona para sumergirse en las piletas

– Utilizar un gorro de baño

– Evitar la limpieza enérgica del conducto auditivo externo

– No introducir nada en el canal auditivo

– De ser necesario, para secar los oídos, utilizar un secador en su frecuencia más baja y lejos del cuerpo para no producir quemaduras

Fuente: http://www.hospitalaustral.edu.ar/novedad.asp?iNoticia=668

 

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