En numerosos artículos de Salud.com.ar hemos hablado de la importancia que tiene la alimentación para nuestro bienestar. Y es que todo lo que ingerimos tiene un impacto directo en diversos aspectos de nuestra salud. La piel, en particular, responde directamente a las vitaminas y minerales que le aportamos a nuestro organismo a través de las comidas, por eso debemos ser especialmente cuidadosos con la dieta que elegimos si no queremos acelerar el proceso de envejecimiento de nuestra piel.
Presentamos a continuación una serie de alimentos que debemos ingerir en moderación para evitar estas indeseadas consecuencias:
Dulces
Comenzamos la lista con un favorito de muchos: los dulces. Este tipo de alimentos es poco recomendable debido a un proceso llamado glicación, que sucede cuando las moléculas de glucosa reaccionan con las estructuras moleculares proteicas, engendrando proteínas más grandes, llamadas proteínas glicosiladas, nocivas para el organismo debido a que no pueden ser destruidas ni liberadas. Con el tiempo, las proteínas glicosiladas se acumulan en las células y provocan la destrucción de la base de apoyo de la piel.
Alcohol
Existe una regla que (casi) siempre se cumple: un hígado saludable se traduce en una piel sana. Y es que cuando el hígado funciona correctamente, las toxinas que podrían afectar a la piel son eliminadas naturalmente. Sin embargo, cuando las toxinas se acumulan en el hígado y no se reducen apropiadamente, nuestra piel puede desarrollar una variedad de problemas, como son el acné, la hinchazón y las arrugas.
A esto debemos sumarle que el alcohol afecta nuestro descanso y es sabido que dormir de 7 a 8 horas diarias es esencial para la salud de nuestra piel: un descanso insuficiente se traduce en arrugas, pigmentación irregular y pérdida de elasticidad.
Comidas saladas
La cantidad de sal que consumimos a diario podría sorprendernos. Esto se debe a que, a pesar de que no utilicemos sal en grandes cantidades a la hora de cocinar, son incontables los productos alimenticios que cuentan con grandes porciones de sal. Es por eso que no sólo debemos procurar hacer un uso responsable del salero, sino que también debemos elegir productos más saludables, evitando alimentos enlatados, por ejemplo.
Carnes procesadas
La mayoría de las carnes procesadas tienen conservantes y sulfitos que pueden disparar la inflamación de la piel y acelerar su envejecimiento. Estos productos son un claro ejemplo de alimentos ricos en sales, por lo que son muchas veces los culpables de un aspecto “hinchado”.
Comidas picantes
Las comidas picantes son particularmente malas para pieles propensas a la rosácea y son muy poco recomendables durante la menopausia, ya que se cree que los vasos sanguíneos de la piel son más reactivos en esta etapa. Los productos picantes dilatan los vasos sanguíneos, lo que tiene un impacto directo en el aspecto de la piel durante esta fase.
Carnes rojas
Las carnes grasosas generan radicales libres. Los radicales libres están en busca de electrones, por lo que pueden tomar electrones provenientes de células saludables, dañándolas en el proceso. Este daño afecta nuestra piel, reduciendo su capacidad de autoprotección y generación de colágeno. Es por eso que los especialistas aconsejan inclinarse por el pollo antes de optar por carnes rojas.
Productos cafeinados
La cafeína es como cualquier otro diurético, deshidratando nuestra piel, haciéndola ver más envejecida. Por eso los especialistas aconsejan moderar el consumo de alimentos cafeinados.
Fuente: http://www.salud.com.ar/es/7-alimentos-que-afectan-la-salud-de-tu-piel.html
